Un regalo especial del Espíritu Santo ( El Camino Neocatecumenal y la nueva evangelización)
En su Visita a Santiago, el Papa destacó que España, además de haber dado históricamente a la Iglesia grandes santos y fundadores, de España han surgido en las últimas décadas «nuevas instituciones, grupos y comunidades de vida cristiana y de acción apostólica». Uno de los más destacados: el Camino Neocatecumenal, al que Benedicto XVI se ha referido como «un regalo especial suscitado por el Espíritu Santo». Don Silverio Nieto, Director del Servicio Jurídico Civil de la Conferencia Episcopal Española, destaca, en estas páginas, su labor misionera y su impulso a la nueva evangelización
Este importante nombramiento de un misionero español como obispo viene a reconocer la labor de los sacerdotes, religiosos y religiosas españoles, que en numerosos países anuncian el reino de Dios. También pone de relieve, una vez más, la importancia misionera del Camino Neocatecumenal. Conviene recordar que otro miembro del Camino Neocatecumenal, monseñor Javier del Río Alba, desarrolla una incansable actividad apostólica en la archidiócesis de Arequipa (Perú), cuyos frutos se manifiestan en sus dos seminarios y la labor evangelizadora que se lleva a cabo en una población que se declara católica en un 90%.
Desde la fundación del Camino Neocatecumenal, en la década de los 60, este modo de iniciación cristiana y de educación permanente de la fe, reconocido por la Iglesia como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos actuales, lleno de familias, niños y gente joven, se ha ido extendiendo a lo largo y ancho del mundo y, en la actualidad, está presente en 106 países, entre ellos, algunos tan difíciles para el anuncio del Evangelio de Cristo, por la ausencia del reconocimiento del derecho fundamental de libertad religiosa, y tan decisivo para el futuro del cristianismo en Asia, como es el caso de la China comunista.
El Camino, que había nacido en medio de tantos sufrimientos entre los más pobres, vive en la parroquia y está a su servicio, es un instrumento que se pone al servicio de los obispos en las parroquias, con el fin de reconducir a la fe a quienes la han abandonado o nunca la han tenido, tratando de volver al primer modelo apostólico, que nace en torno a las casas y a pequeñas comunidades, donde todos se conocen, se ayudan, incluso económicamente, y rezan juntos. Con más de 3.000 sacerdotes y 86 seminarios, que son diocesanos, y multitud de matrimonios, incluyendo los hijos, en la misión ad gentes, cuya iniciativa se debe al Beato Juan Pablo II, al ver la situación de secularización del mundo occidental, en los últimos tiempos, incluso, se están enviando comunidades en misión.
Celebración de la Palabra de Dios en una casa
En este sentido, en repetidas ocasiones, el Papa ha subrayado la abundancia de frutos de conversión, fe madura, comunión fraterna e impulso misionero de las comunidades neocatecumenales. El Camino ha experimentado en estos años un desarrollo y una difusión en la Iglesia verdaderamente impresionantes. Como la semilla evangélica de mostaza, se ha convertido en un gran árbol, que ya se extiende por los cinco continentes.
Pero el Camino, además de la misión ad gentes, está también presente en otras realidades sociales: todas aquellas desde las que se pueda evangelizar y ser testigos de Cristo. Así, en el mundo académico destaca, en España, la prestigiosa Universidad Católica San Antonio, de Murcia, dirigida, con pulso firme y mano maestra, por el miembro del Camino Neocatecumenal don José Luis Mendoza, que, con más de 12.000 alumnos, está implantada también en Cuba, Austria, Alemania, etc., teniendo como referente la formación católica de sus miembros y la fidelidad a la Iglesia y al Papa, sin menoscabo de una exigente preparación universitaria, acorde con los tiempos actuales.
Benedicto XVI, en la audiencia que concedió al Camino Neocatecumenal el 17 de enero de 2011, destacó que se trata de «un regalo especial suscitado por el Espíritu Santo: como tal, tiende naturalmente a insertarse en la gran armonía del Cuerpo eclesial». En este sentido, «os exhorto -dijo el Papa- a buscar siempre una profunda comunión con los pastores y con todos los componentes de las Iglesias particulares y de los contextos eclesiales, muy diferentes, en los que estáis llamados a trabajar. La comunión fraterna entre los discípulos de Jesús es, de hecho, el primer testimonio y el más grande del nombre de Jesucristo».
En el mismo acto, el Santo Padre, dirigiéndose a los sacerdotes, provenientes de los seminarios diocesanosRedemptoris Mater de Europa, y a los más de 2.000 seminaristas presentes, les invitó a «ser sacerdotes enamorados de Cristo y de su Iglesia, capaces de transmitir al mundo la alegría de haber encontrado al Señor y de poder estar a su servicio».
Miembros del Camino, ante la Nunciatura de París,
en septiembre de 2008, durante la visita del Papa
Como consecuencia, estas comunidades tienen la misión de ser, en el interior de la parroquia, el signo y sacramento de la Iglesia misionera, de abrir un camino concreto de evangelización para los alejados, dando los signos que llaman a conversión a los paganos, esto es, el amor en la dimensión de la cruz y la unidad. Este amor, por el que, según el Evangelio, todos reconocerán a los seguidores de Cristo, es un amor que exige una donación total, un amor que Kiko Argüello define así: «Amar significa morir, y nuestra tragedia es precisamente que no queremos morir. Amar al otro cuando es diferente de lo que yo deseo siempre significa un salto en la oscuridad, significará superar la muerte».
En conclusión, en el Camino Neocatecumenal es el anuncio del Evangelio, el testimonio en pequeñas comunidades y la celebración eucarística en grupos lo que permite a sus miembros ponerse al servicio de la renovación de la Iglesia y de la nueva evangelización.
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muy bueno, gracias por el regalo, ejempos a seguir